No es necesario ningún diagnóstico sutil, ni un complejo cálculo econométrico para advertir que el problema central de la economía argentina está instalado en el despilfarro del gasto público y en un sistema impositivo expoliador que no cesa de arrebatar la renta de las personas para satisfacer la voracidad creciente de un gobierno que sólo sabe gastar en subsidios y obras faraónicas a tontas y a locas, con el propósito ostensible de concentrar poder político y acumular la riqueza en manos de sus secuaces.
No sólo es el diagnóstico, sino la solución. Y con ejemplos: Artículo completo.
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esto no sirve
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Interesante “opinión”…
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no sirvio de nada
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